lunes, 1 de febrero de 2010

Historia de la Hermandad de Consolación de Carrión de los Cespedes

Desde orígenes fundacionales de la villa, los clérigos del Priorato de la Orden de Calatrava, que se titulaba de Sevilla y Niebla, y residían en un convento de San Benito, calle de Calatrava, en Sevilla, tenían a su cargo la asistencia religiosa de los fieles y el culto de la Santísima Virgen en su Ermita. Desde 1.768, los Céspedes señores de la villa y de su jurisdicción eclesiástica “Vere nullius”, cada cual a su tiempo, según la sucesión, cuidaron del Santuario y del culto a Nuestra Señora de Consolación. No obstante, a mediados del Silo XVIII acrecentada la población y arraigada la ferviente devoción popular, deseosos los fieles de contribuir más directamente al culto de la Patrona de la Villa, surge y se funda la Hermandad de nuestra Señora de Consolación previa licencia del Marqués de Carrión, señor de la villa, que la sazón lo era Don Francisco de Paula de Céspedes y Manuel, quien al dar su licencia dice:
“Habiendo visto la petición de la buelta, digo que tengo por bien dar mi beneplácito y licencia, como la doy para que los contenidos en la conformidad que la petición dice, hagan y funden la dicha Hermandad en mi Hermita de mi villa de Carrión, ejercitándose en tan buenas obras, que por ser meritorias y caritativas, las estimo mucho, y mando a los curas y demás personas eclesiásticas y seculares de la dicha mi jurisdicción fomenten en quanto puedan la dicha nueva Esclavitud y Hermandad, por el mucho gusto que en ello he tenido y tengo”.
Las primeras reglas de esta Hermandad fueron aprobadas por el conyúdice de esta jurisdicción eclesiástica “Vere nullius” de Carrión que lo era a la sazón el Ilustrísimo Señor Don Domingo Pérez de la Rivera, Obispo Auxiliar y visitador del Arzobispado de Sevilla, con fecha 10 de Julio de 1.768.Fundada y floreciente esta Hermandad, no por eso los marqueses y señores de la villa olvidaron su devoción y constantes atenciones respecto del cuidado de la Ermita y del culto de la Virgen que siempre consideraron y titularon “propia de nuestro mayorazgo y Patrona de la villa”.

Así lo dice y lo hace constar el VIII Marqués de Carrión D. José Manuel de Céspedes y Suárez, celoso siempre de la devoción y del culto a la Santísima Virgen de consolación cuando en 1.831 y a favor de los fieles que de Ella fueren devotos, solicitó y obtuvo la concesión de indulgencias del Arzobispado de Sevilla Don Romualdo Antonio Mon y Velarde el 30 de Octubre de 1.818; del Sr. Arzobispo de Laodicca el 6 de Marzo de 1.815; del Sr. Obispo de Albarracín el 6 de Marzo de 1.815 y del Sr. Arzobispo de Caracas, entonces de paso en Sevilla el 14 de Octubre de 1.818.Corridos los tiempos, abolidas las jurisdicciones eclesiásticas “Vere nullius” de Carrión, e incorporados la villa y su término a la sede Arzobispal de Sevilla esta Hermandad continuó rigiéndose por sus antiguas Reglas de 1.768, hasta que en 1.59 fueron presentadas y aprobadas por la Jerarquía hispalense las nuevas Reglas, sustituidas a su vez por las actualmente en vigor aprobadas el 6 de Noviembre de 1.990.

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